jueves, 9 de marzo de 2017

Capítulo I

La noche estaba oscura y había muy pocas persona transitando la calle de mi hogar, donde suele haber más movimiento que el que estaba viendo en ese momento. Hasta podría decir que la oscuridad del cielo era mayor debido a eso. Una sensación de profundidad me invadía.
Entré a mi casa. La luz estaba apagada, y, a pesar del silencio extremo y el ambiente que esto provocaba no la encendí. Segundos más tarde me arrepentí, ya que un objeto que no debía estar en su lugar hizo que me encuentre cara a cara con el piso, muy frio debido al invierno. Pero había algo que no estaba bien, ya que, en la caída, me topé con otras cosas que no tenían que estar ahí tampoco. Me repuse y encendí la luz.
Era un desorden. Mis libros, mi colección de CDs, todo. Luego de ver también que había objetos muy extraños que no eran de mi pertenencia, no pude hacer otra cosa que llamar a la policía… pero de nada sirvió. Llamé una vez tras otra, pero nadie me atendía. Supuse que esa tranquilidad inusual de la calle tenía algo que ver con el desorden, las llamadas sin respuestas. Había algo que no estaba bien ¿En mi casa, en mi calle, en el barrio?
Me di cuenta que había estado parada durante una hora en el mismo lugar intentando contactar a la policía. Decidí ir a mi habitación y revisar si estaba todo en orden. Y así lo encontré. Pero en la cama me llamó la atención una pequeña tarjeta de color rojo que me transmitió una sensación muy extraña al verla. La agarré, la di vuelta, y ahí se leía:
“Ya sabes qué te falta”

La luz del living se apagó. 

miércoles, 8 de marzo de 2017

Extraño como se reía con mis giladas, extraño el amor que tenía en los ojos cuando me miraba, extraño nuestro secreto…
Extraño su risa, su voz, extraño hasta cuando discutíamos y terminábamos pidiéndonos perdón
Extraño sus besos, extraño que me de la mano, sentir que había encontrado mi lugar
Extraño el calor que desprendía, extraño como me llenaba de besos la cara y después me abrazaba a la par de que me decía que era sólo yo

Extraño… en definitiva, te extraño