¿Te acordas cuando te gritó a la cara que no te quería
perder? ¿Cuántas veces te pidió perdón por creer que no era lo que vos querías
ver? ¿Te acordas cuando muerta de miedo te pidió perdón porque pifió? ¿Te
acordas como se torturaba por el error que cometió gracias a tu falta de
atención? ¿Te acordas cuando te contó su pasado, ese que tantas veces volvió y
la lastimó? ¿Te acordas como te sonreía y con esa luz en los ojos te decía que
te quería? ¿Te acordas cómo miles de veces fue contra el mundo por vos y en
cada una de ellas un poco más se rompió? ¿Te acordas todas esas veces donde
sólo ella te apoyo? ¿Te acordas cuando lloraba porque estaba desilucionada? ¿Te
acordas de como soportó tus idas y vueltas a pesar de lo mucho que le dolían?
¿Te acordas cuantas veces le dijiste que hasta ahí llegaban, te acordas cuántas
veces fueron las que lloraron? Porque estoy segura de que fueron demasiadas
como para ser contadas. Te acordas cuando creíste amarla, cuando la reclamaste
tuya, porque así la sentías, porque así la veías, los gemidos se escapaban, su
risa no tardaba en llegar por alguna estupidez que habían hecho mal, los besos
calientes de acá para allá y cada latido marcando un principio y un final, ¿te
acordas? ¿Te acordas cómo fue perdiendo fuerza, cómo de a poco iba cayendo en
la triste realidad de quién amaba más? ¿Te acordas cómo te pedía que le digas
la verdad porque así no podía más? ¿Te acordas lo cansada que estaba? Lo vacío
que se sentía eso… como
no te importaba el amor que te tenía, o lo que dabas a pensar.
¿Te acordas como se empezó a alejar? ¿Te acordas el
ruido asqueroso que hizo para que te des cuenta de que no te quería soltar?
¿Los gritos que pegaba para que veas que, a pesar de todo, todavía se quería
quedar? Cómo lloraron juntos… Decime si te acordas de cómo pataleo, lloró y creo un
ruido ensordecedor esperando que le pidas que se quede, pero tristemente eso
nunca paso. Decime si te acordas, si te acordas de cuanto se cansó de fallarse
a si misma para no fallarte a vos, de cuando se cansó de hacer un ruido que era
escuchado por todos menos por vos, cuando bajó los brazos y se sacó la venda.
Por favor, más que nada contanos que sentiste cuando
la viste sonreír y el motivo no eras vos, contame que se sintió verla de la mano
con alguien más, verla llena de vida, llena de esa luz que hace tiempo no
tenía. Decime, decime qué sentiste cuando entendiste eso de “uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde, o hasta
que ve que alguien más lo tiene”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario